Circuito Viva Caribe III

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Hay un lugar que está siempre en tu pensamiento, donde el sol más cálido y el agua más transparente enmarcan espectaculares playas que, una vez las has conocido y disfrutado, no se despegan jamás de tu recuerdo. Donde el ritmo es más que una música y el goce de la vida, una obligación: ¡Ese lugar es el Caribe!

“Esta es la tierra más hermosa que ojos humanos han visto”. Cristóbal Colón pronunció esta legendaria frase en 1492 asombrado ante la rotunda belleza que se extendía ante él en lo que hoy es Bariay, en la costa de Cuba, y no exageraba: esa belleza sin igual y jamás vista antes que se descubría ante sus ojos provoca la misma sensación, en cada lugar a lo largo y ancho del Caribe, y a cada viajero que posa su mirada en ella. Una sensación irrepetible que sale a tu paso en cada rincón de la República Dominicana, de la Riviera Maya, de Cuba. Sus playas, entre las mejores del mundo, engarzan un collar repleto de cuentas que adornan cualquier plan de viaje que desees: Punta Cana, Varadero, Cayo Coco, Cancún, Puerto Plata, Playa del Carmen… En ellas, el tiempo fluye a un ritmo pausado en el que las opciones de ocio son casi tan infinitas como las palmas que dan sombra: resorts, deportes náuticos, spas, gastronomía, ocio nocturno, actividades para toda la familia, propuestas románticas para parejas… Si hay una palabra asociada eternamente al Caribe, esa es “playas”. Y no es para menos: Aquí se encuentran algunas de las mejores playas del mundo, y que cumplen a la perfección con lo que esperas de una playa del Caribe: Increíbles arenales poblados de cocoteros y bañados por aguas cálidas y cristalinas en los que, realmente, el tiempo pasa a un ritmo pausado e indolente y donde todo te pide ser disfrutado, comenzando por el más sencillo de los placeres: El no hacer nada más que broncearse y disfrutar del agua.

Historias del Caribe

Mayas, aztecas, taínos, españoles, ingleses, franceses, estadounidenses, africanos; corsarios y conquistadores, soldados de fortuna y esclavos, guerreros y colonos: El Caribe ha sido desde la antigüedad escenario de algunas de las más grandes civilizaciones de la Historia y, desde la Edad Moderna, objeto de deseo y ambición de los mayores imperios.  El Caribe atesora una impresionante colección de patrimonio prehispánico, lugares históricos, preciosas ciudades coloniales… Son abundantes las huellas que ha dejado la historia, comenzando por la herencia de los pueblos que habitaban la zona antes de la llegada de Colón. En la península de Yucatán se encuentra Cichén Itzá, la ciudad más importante del mundo maya, cuyo esplendor data del 600-900 antes de Cristo, y la Pirámide de Kukulcán, más conocida como El Castillo. Cerca de allí se encuentran los impresionantes yacimientos arqueológicos de Tulum, herencia que tiene mucho en común con la que nos han dejado los taínos –o siboney- yacimientos y pictogramas en la isla de la Juventud y en la sierra de Cubitas, en Cuba, o en las cuevas del parque nacional de los Haitises, en la República Dominicana. Tu paseo histórico por el Caribe tiene una parada obligada en la herencia española, que cuenta en la República Dominicana con la más antigua de las ciudades americanas: su capital, Santo Domingo, que enarbola orgullosa el emblema de ser la Ciudad Primada de América, una esencia que te envuelve al otear la vista desde lo alto del fuerte de Ozama, escuchando a los músicos callejeros en la plaza de España o tomando un cóctel en cualquier terraza de la calle del Conde. En Cuba, la historia se detiene principalmente en esa joya del patrimonio de la Humanidad que es La Habana, una de las ciudades más bellas del mundo y donde un simple paseo por su Malecón o por las callejuelas coloniales de la Habana Vieja te asegurará una colección imborrable de recuerdos viajeros, como lo harán también Camagüey, fundada en 1514 y que conserva el mayor centro colonial de todo el país; Cienfuegos y su estupendamente conservado centro colonial; Trinidad, la ciudad museo de Cuba, cuyas calles adoquinadas conservan como pocos lugares del continente la magia de la época colonial en sus calles; y, por supuesto, la más caribeña de las ciudades cubanas, Santiago de Cuba, donde una puede percibir la espiritualidad más sincera en la basílica de El Cobre, el santuario de la patrona de Cuba, a la diversión más auténtica con el legendario Cabaret Tropicana.

Cuba

El archipiélago cubano está localizado en la parte más occidental del Caribe insular. Agrupa a la isla de Cuba, la isla de la Juventud y más de 4 mil islotes y cayos. El territorio emergido es de unos 111 mil km² con una longitud aproximada de 1 200 km de este a oeste. Cuba posee más de seis mil kilómetros de costas, con más de 600 playas y la diversidad natural que caracteriza al destino se evidencia en los diferentes ecosistemas que componen sus diversas regiones.

Cuba cuenta con excelentes y abundantes puertos naturales en bahías como La Habana, Cárdenas, Matanzas y Nuevitas en la costa norte, y Guantánamo, Santiago de Cuba y Cienfuegos en la costa sur.  En el relieve se destacan 3 cadenas montañosas: la Cordillera de Guaniguanico en el occidente, el Macizo de Guamuhaya en el centro y la Sierra Maestra en el oriente, donde se encuentra la mayor altura del país: el Pico Turquino con 1 974 m. Las llanuras ocupan el 60 por ciento del área del país.
Más del 60 por ciento de las rocas del país son calcáreas, lo que da origen a más de 20 000 cuevas que conforman un interesante mundo subterráneo. En Cuba es notable la presencia de embalses naturales y artificiales.

El 25 por ciento del territorio son bosques, fundamentalmente de manglar. El 23 por ciento del área tienen algún grado de protección de su naturaleza, destacándose sus 14 parques nacionales.
Los suelos son medianamente fértiles dedicados al cultivo de la caña de azúcar, cultivos varios y la ganadería. El horario de la República de Cuba es de 5 horas menos.

El cubano es imaginativo, alegre, desprejuiciado. Da muestra de una clara y viva inteligencia. Es amigo de las bromas y las fiestas, y tiene siempre la sonrisa a flor de labios. Es comunicativo y conversador, pero sabe vivir también su vida interior. Es hospitalario, instruido, digno. “Abierto al mundo, gustoso de conocer lo nuevo para ajustarlo a su imaginación creadora, unido y unidor desde las revoluciones del siglo pasado, fiel a su experiencia e identidad históricas”.

Las fiestas tradicionales cubanas por excelencia son los carnavales, las charangas, las parrandas, las fiestas campesinas y las patronales. Entre las más populares se pueden mencionar: Bandos de Majagua, que se desarrolla en la provincia Ciego de Ávila; Carnavales de La Habana y los de Santiago de Cuba; las Charangas de Bejucal, se realizan en la provincia de Mayabeque; las Romerías de Mayo, celebradas en la ciudad de Holguín; y las Parranda de la región central de Cuba declaradas Patrimonio Cultural de la Nación, son las de Remedios en Villa Clara, unas de las más famosas.

Los platos típicos cubanos son el resultado de la mezcla de tradiciones españolas, africanas, aborígenes, yucateca y hasta asiática. Entre los más significativos están el Ajiaco, Casabe, los Buñuelos, los Tamales, Tostones, el Cerdo asado y el Congrí.  En cuanto a las bebidas típicas cubanas, éstas se caracterizan por mostrar elementos comunes con respecto a las comidas criollas; pues cuenta con la mixtura hispánica, africana, árabe, yucateca, china, etc. Entre las más representativas, se encuentran el Café, la Champola, Guarapo, el Pru-oriental, Cuba Libre, Daiquirí, Mojito y la Piña Colada.